Seamos sinceros. Llevar el coche al taller es uno de los mayores temores de los conductores, aunque sea por anticipación. A quien más o quien menos le ha dado un vuelco el corazón cuando se enciende un piloto en el panel de control, nota un comportamiento extraño en su vehículo o algo falla y el coche no se mueve.

Este miedo no responde solo a motivos económicos; es también un problema de movilidad. El coche es una herramienta indispensable para gran número de personas, por lo que dejarlo en el taller supone un trastorno en todos los sentidos.

 

Fuente de preocupaciones

Mantenimientos aparte, algunas averías causan mayor preocupación que otras en el consumidor. Una vez asumido que hay que llevar el vehículo al taller, el conductor se enfrenta al momento crucial del diagnóstico del profesional. Estas son las averías cuyo nombre menos desean oír los conductores de boca de su mecánico de confianza.

Caja de cambios

Una de las más caras, si no la más gravosa, ya que repararla supera los 7.000 euros, si el coche tiene más de 12 años, y por encima de los 10.000 si es nuevo. Además, exige numerosas horas de taller – unas nueve horas– con el inconveniente de tener que prescindir del vehículo un largo tiempo.

Esto siendo manual. Si el cambio es automático, el susto del propietario se incrementa en paralelo al precio. En este caso, la reparación de alrededor de 11 horas pasaría cómodamente de esos 10.000 euros, pudiendo llegar casi a 15.000, en función de la antigüedad del vehículo.

¿Podemos evitarla? Podemos intentarlo mejorando nuestros hábitos al volante. No hacer un mal uso ni abuso del embrague, no dar acelerones nada más arrancar, son costumbres que ayudarán a conservar la caja de cambios en buen estado. En cualquier caso, ante un ruido metálico al acelerar, chirrido o dificultades al meter marchas, problemas con el punto muerto, debe acudirse inmediatamente al taller.

Turbo

En vehículos de gama deportiva, especialmente, el turbo se encarga de sobrealimentar el motor para que rinda más. En caso de avería, deberemos afrontar una factura de entre 3.000 y 5.000 euros, dependiendo de la marca del automóvil.

¿Puede evitarse? Sí, con una conducción cuidadosa y dejando reposar el turbo tras haber forzado al motor. Un uso inteligente del ralentí antes y después de encender el motor es también de ayuda.

Volante motor y embrague

En este caso, si bien la pieza no es tan cara como otras (tampoco barata: unos 1.600 euros), el problema es que exige unas 12 horas de trabajo, pues hay que desmontar otros elementos de la distribución y del propio motor.

¿Cómo prevenimos su avería? Una vez más, la conducción suave y el correcto mantenimiento del vehículo ayudan. Aún así, en cuanto notemos vibraciones inusuales, olor a quemado, dificultad para cambiar de marcha o un ruido peculiar al arrancar el motor, debemos acudir inmediatamente al taller.

Por último, debemos considerar cambiar al tiempo el embrague, dada la estrecha vinculación de ambas piezas.

Inyectores

Fundamentales para la combustión del motor porque pulverizan el combustible en la cámara de combustión. Suele deberse al mal mantenimiento por no haber sustituido el filtro de combustible y por repostar carburante de baja calidad.

¿Cómo la evitamos? Cambiando el filtro en su momento y usando gasolina o diésel con aditivos de calidad. En caso contrario, deberemos preparar alrededor de 4.000 euros. El consuelo será que es relativamente rápida de solucionar, no llegará a cuatro horas.

Cigüeñal

Es el eje que transforma el movimiento rectilíneo alternativo en otro circular uniforme. Seamos claro. Generalmente, una avería del cigüeñal es un verdadero problema para el motor. No es tanto el cambio de la pieza como la dificultad de la sustitución por lo complicado que resulta acceder a ella. Suele requerir casi 20 horas de mano de obra y al menos de 3.500 euros.

¿Qué podemos hacer para eludir la avería? Mantener el vehículo adecuadamente y acudir al taller si percibimos fugas de aceite, por pequeña que sea.

Bloque de motor

Es una de las averías que necesita más tiempo de reparación, hasta 20 horas. Si le añadimos que puede superar los 5.500 euros, se convierte en una de las reparaciones que más escalofríos provoca.

¿Puede prevenirse? Únicamente cambiando adecuadamente el aceite o el refrigerante, y sin aceleraciones bruscas con el motor frío.

Bielas

Junto con la de bloque motor, es la avería con mayor carga de mano de obra: hasta 20 horas, aunque es más económica, menos de 3.000 euros, si el motor es de cuatro cilindros. Si notamos un sonido de golpeteo metálico, sobre todo al pisar el acelerador a fondo, circulando con marchas largas y a pocas revoluciones, será el momento de llevar el coche al taller.

¿Cómo nos libramos de ella? Es fundamental una lubricación del motor adecuada. También conviene revisar el estado de los cojinetes periódicamente.

Culata

Permite el cierre de las cámaras de combustión, por lo que es fundamental para que el motor funcione correctamente. Sufrirla en nuestro vehículo se traduce en una factura superior a los 5.000 euros y más de 12 horas de trabajo.

Deberemos alarmarnos ante el aumento de la temperatura de servicio o aparición de humo blanco por el tubo de escape, quizás por grietas o daños en la culata o problemas en el sistema de refrigeración.

¿Cómo evitamos los problemas con ella? Es imprescindible realizar los cambios de aceite y refrigerante según marca el fabricante y controlar que los niveles son los adecuados.

Filtro de partículas

Atrapa las partículas contaminantes resultantes de la combustión, reduciendo las emisiones. Sabremos que algo va mal cuando se encienda el piloto en el panel de control del salpicadero. Es una avería de rápida solución (apenas dos horas), pero la pieza es cara. Una cosa por la otra. El precio total superará los 2.500 euros.

¿Puede evitarse? Dado que se da especialmente en coches de uso exclusivamente urbano por obstrucción del filtro, se recomienda salir a la carretera cada cierto tiempo y revolucionar ligeramente el motor (2.000-2.500 rpm) para su regeneración.

Aire acondicionado

Sin ser fundamental para el buen funcionamiento del vehículo, es uno de los pocos que mayor confort nos aporta y, probablemente por eso, al que menos queremos renunciar. Compresor y evaporador son las partes que más suelen fallar. Solucionar una avería del compresor, por ejemplo, representa una factura de más de 1.500 euros y unas tres horas de taller, mientras que arreglar un evaporador es algo más económico (poco más de 1.000 euros) y rápido (dos horas, aproximadamente).

¿Podemos prevenir que se averíen? Encendiendo el sistema de vez en cuando, incluso en invierno, para desempañar los cristales, por ejemplo, contribuye a evitar la acumulación de polvo, polen u otras partículas.

En resumen, realizar un mantenimiento periódico y adecuado es una de las herramientas más eficaces para prevenir averías. Por eso, desde Kumho, aconsejamos controlar los puntos fundamentales del vehículo, acudiendo a un taller de confianza para realizar las revisiones oportunas.

Recuerda que puedes realizar el mantenimiento integral de tu vehículo en cualquiera de los talleres que forman parte de la red Kumho Platinum Club (KPC), donde nuestros profesionales te ayudarán a mantener tu vehículo en las mejores condiciones, ahorrándote, así, costosos gastos extras.

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