Si alguien te preguntara si eres un buen conductor, ¿qué responderías? Es muy probable que respondieras afirmativamente. Pocos nos negaríamos a nosotros mismos esa condición. Porque, piensa, ¿conoces a alguien que se califique como malo al volante? Probablemente, no. Y, sin embargo, viendo los crecientes datos de accidentes de tráfico, alguien está haciendo algo mal.

Olvido, desidia o comodidad

Además de la pericia al volante, conducir implica una serie de acciones y comportamientos que influyen decisivamente a la hora de catalogarnos como buenos conductores. Tras haber obtenido el permiso, a veces son costumbres que se adquieren por rutina, por comodidad o por simple desidia; otras se tienen por desconocimiento y de otras ni siquiera somos conscientes.

El caso es que una gran mayoría de nosotros tenemos hábitos al volante que ponen en duda nuestra capacidad y, sobre todo, en riesgo la seguridad vial. Superarlos no es fácil, es cierto, pero se puede conseguir. El primer paso es ser conscientes de cuáles son esos comportamientos y conocer la práctica correcta.

Te ayudamos a descubrir cuáles de ellos son los más habituales. ¿Tienes alguno?

Conducir con una mano

Este es un clásico. Muy propio entre conductores experimentados, apoyando el codo en la ventanilla o dejando la mano sobre el cambio de marchas. Sin embargo, lo correcto es sujetar el volante con ambas manos, en la posición de las 10:10 de las agujas del reloj, con los brazos un poco flexionados y relajados. Así tendremos toda la capacidad de maniobra para reaccionar con rapidez. Además, el Reglamento General de Circulación, estable que está prohibido coger el volante con una sola mano, por lo que es motivo de posible sanción.

Perennes en el carril izquierdo

Circular por el carril izquierdo constantemente es un error muy frecuente que puede entorpecer y provocar situaciones de riesgo. Recordemos que, en vías interurbanas, debemos circular normalmente por el carril de la derecha y utilizar el resto para adelantar. ¡Atención! adelantar por el carril de la derecha es sancionable menos en las excepciones que contempla el Reglamente General de Circulación.

Rodar en punto muerto

¿Crees que pisar el embrague con antelación al llegar a un semáforo en rojo o una señal de stop es inocuo? Te equivocas. Avanzar en punto muerto implica perder tracción y capacidad de retención del freno motor, con el riesgo que esto entraña al tener menos control sobre el vehículo. ¿Lo correcto? Aminora la velocidad levantando el pie del acelerador para que el vehículo ruede por inercia, pisando el freno ligeramente y, si es necesario, reduce a marchas más cortas, pero con una marcha siempre engranada.

Sí, también usas mal el freno

Quizás por ser fundamental para la seguridad, solemos hacer un uso excesivo del freno. O donde o cuando no debemos: en curvas o intensamente justo antes de detener el vehículo. Debemos usarlo en su justa medida, con la presión necesaria sobre el pedal, sin brusquedades. En las frenadas de emergencia, la forma adecuada de reaccionar es mantener el pie sobre el pedal a pesar de la vibración del sistema ABS y pisar a la vez el embrague para evitar que el motor se pare.

Y el embrague, ¿qué?

Debe pisarse a fondo y soltarlo suave y progresivamente para evitar, entre otras cosas, incomodidad para los ocupantes. No debe ser una pisada prolongada ni acelerar antes de soltarlo del todo. Y recuerda, no es un reposapiés, no apoyes el pie durante la conducción. ¿Sabes qué es el punto de fricción? Ese momento que evita que el coche caiga hacia atrás, por ejemplo, en pendientes ascendentes. Trata de dominarlo y evitarás desgastes de la mecánica.

Serpenteo entre carriles

Poca explicación necesita esta práctica. Una de las más peligrosas y más habituales. Este comportamiento solo provoca incomodidades, frenadas innecesarias e incluso alcances. Para cambiar de carril debe seguirse la regla RSM (Retrovisor-Señalización-Maniobra), evitando peligros y molestias al resto de conductores.

Rotondas, ¿alguien las toma bien?

Hace décadas que tenemos rotondas en nuestra red vial, pero aún desconocemos las normas básicas para entrar, circular y salir con seguridad. Veamos. Hay tres momentos clave: la entrada, la circulación interior y la salida. Y en todos es necesario tener claro cómo actuar.

Al acercarse, debes observar hacia la izquierda, ser paciente y no precipitarte. Reduce la velocidad, adecuándola a la señalización y al tráfico y nunca entres sin estar seguro de que puedes hacerlo sin peligro. Y recuerda siempre: la prioridad es de los vehículos que circulan en su interior.

Una vez dentro, debes circular por el carril exterior y utilizarás los demás para adelantar. En las glorietas urbanas, puedes circular en el carril que más convenga a tu destino.

Vamos con la salida. Al abandonar la rotonda debes estar situados en el carril exterior y señalizar la salida con los intermitentes. Sí, tu coche también los tiene. Úsalos.

En caso de que el tráfico haga imposible cambiar a tiempo al carril exterior, lo más seguro es dar otra vuelta para buscar la colocación adecuada. No cuesta tanto y reforzarás tu seguridad y la del resto de vehículos. Por supuesto, está totalmente prohibido salir desde los carriles interiores, haciendo una ‘cruzada’ desde el interior.

Sin distancia

¿De verdad es necesario que te pegues tanto al coche que te precede? Permítenos insistir en que es un comportamiento tremendamente peligroso en carretera, donde la distancia es vital. Para circular con seguridad respecto al vehículo delantero, debes estar, al menos, a dos segundos respecto a un punto fijo en la vía (cuenta: mil uno, mil dos…) y ampliarla con mal tiempo o asfalto mojado.

El amigo del claxon

¡Quién no avisa al coche de delante que arranque tocando el claxon! Debes saber que, con ello, generas malestar y nerviosismo, además de estar prohibido en el artículo 110 del

Reglamento General de Circulación, excepto en situaciones excepcionales.

No al teléfono

Es una plaga. En la vida del viandante y al volante. Sabemos lo peligroso que es hacerlo, pero se hace. La única forma de luchar contra esta costumbre es concienciarse y dejar a un lado el móvil al conducir. Torres más altas han caído.

Imprescindible el cinturón de seguridad

En 2023, 139 personas fallecieron en siniestros viales en carretera sin el cinturón de seguridad abrochado. Es patente que sigue siendo necesario recordar la obligatoriedad de su uso (¡desde 1975!) y los beneficios de usarlo: reduce de tres a uno la probabilidad de muerte en accidente y un 77 % en vuelcos.

El misterio de los intermitentes

Es tan frecuente la falta de uso de los intermitentes para señalizar que, a veces, pareciera que no vinieran de serie en los vehículos. No emplear estos indicadores de dirección provoca siniestros. Girar, adelantar, cambiar de carril o estacionar, circular en glorietas e incorporaciones sin utilizar los intermitentes puede causar alcances, atropellos y otros accidentes. Y solo el 33 % de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento.

Ten en cuenta, además, que solo expresan una intención, pero no otorgan prioridad. Como norma general, cuando dos vehículos que circulan en línea señalizan a la vez su intención de adelantar, tiene preferencia el primero.

 

Visto esto, ¿sigues considerándote un buen conductor? Mejorando nuestros hábitos al volante, mejoraremos la seguridad de nuestras carreteras.

Recuerda también que debes mantener y cuidar tus neumáticos. Revisa la presión al menos una vez al mes. Es fundamental para asegurar el agarre, la estabilidad y la frenada. Elige además los neumáticos apropiados para tu uso. No todos son adecuados para todos los casos. Consulta con los expertos de los talleres de la red Kumho Platinum Club (KPC). Ellos te ayudarán a elegir el neumático Kumho preciso para tus necesidades.

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