No por sabido es menos necesario repetirlo: el neumático es un elemento esencial en la seguridad vial. Ya hemos visto consejos para mantenerlos en las mejores condiciones. Sin embargo, hasta ahora no hemos hablado de un proceso natural inevitable que sufren los neumáticos, pero que afecta a sus prestaciones y, por tanto, que hay que conocer y vigilar. Hablamos de la cristalización.

Cristalización, proceso químico inevitable

Probablemente, en alguna ocasión habrás visto un neumático con pequeñas grietas en la banda de rodadura que recuerdan al aspecto de un terreno sin agua, reseco. Este es uno de los síntomas visibles de la cristalización, aunque no siempre aparece.

Pero no debemos confiarnos pensando que está todo bien y bajar la guardia si no vemos estas pequeñas grietas en nuestros neumáticos. De hecho, es habitual, como decimos, que no se aprecien. Por eso debemos atender a otros indicadores para descubrir si nuestros neumáticos están cristalizados. De ahí que sea tan importante comprender bien el proceso y vigilar el estado de los neumáticos.

Así las cosas, ¿por qué se produce? Veamos, la cristalización es un proceso químico natural de endurecimiento de los compuestos del neumático que provoca una pérdida de elasticidad en el caucho y lo vuelve más rígido. Esto es tan inevitable como peligroso, puesto que el neumático pierde prestaciones con la cristalización. Más allá de extremar la vigilancia, nada podemos hacer para impedir que ocurra.

Causas que aceleran la cristalización

La cristalización de los neumáticos, pues, se produce por una combinación de factores que afectan su composición y estructura. Si bien es un fenómeno natural por la degradación de los materiales que forman el neumático, existen factores que pueden acelerarla y que sí podemos prevenir. Los principales son:

  • Exposición prolongada al sol. La radiación UV puede alterar los compuestos químicos del caucho, lo que debilita su estructura y provoca endurecimiento.
  • Condiciones meteorológicas. El frío o el calor extremos pueden hacer que el caucho pierda su elasticidad natural, favoreciendo la cristalización.
  • Conducción agresiva. El estilo de conducción impulsivo puede favorecer la cristalización por desgaste irregular y pérdida del dibujo, pero sobre todo por el sobrecalentamiento del neumático que provoca una velocidad excesiva o frenadas bruscas.
  • Almacenamiento inadecuado. El neumático debe almacenarse en un lugar fresco, seco y oscuro.

¿Cómo saber entonces si los neumáticos están cristalizados?

Ya hemos visto que lo normal es no apreciar ningún cambio en el aspecto exterior del neumático que nos indique que sufre cristalización, excepto esas pequeñas grietas que aparecen a veces en la superficie de la banda de rodadura. No siempre, recordemos.

Ante la sospecha de que nuestras ruedas están cristalizadas, en ocasiones se recurre a métodos llamémoslos caseros, que supuestamente ayudan a determinar si esto así. Se habla, por ejemplo, de que basta con presionar con el dedo u otro objeto rígido para averiguarlo. Si la goma muestra flexibilidad, todo estaría correcto. Si se nota dura, mala señal.

En realidad, no es exactamente así. De hecho, podríamos decir que para el consumidor medio implica cierta dificultad determinar si el neumático está cristalizado con estos procedimientos tan sencillos y corrientes.

Sin embargo, sí pueden notarse sensaciones en la conducción que alertarán de que algo está ocurriendo. Puesto que el agarre al asfalto no es el mismo cuando existe cristalización, podremos notar cuatro efectos principales que nos deberían hacer pensar en un proceso de cristalización en nuestros neumáticos:

  • Aumento de la distancia de frenado.
  • Incremento del consumo de combustible.
  • Mala respuesta al aquaplaning.
  • Considerable reducción del agarre.
  • Ruidos inusuales al rodar (como zumbidos o roces).

Solucionemos el problema

Ante cualquiera de estos síntomas o si tienes la menor duda, acude lo antes posible a tu taller de confianza, donde un profesional detectará con seguridad el estado de tus neumáticos.

Ten en cuenta que las ruedas cristalizadas pueden tener consecuencias graves para la seguridad vial, como:

  • Pérdida de frenada por la menor adherencia.
  • Riesgo de reventones por las grietas y el endurecimiento.
  • Inestabilidad, especialmente en curvas o maniobras bruscas, por la falta de elasticidad.

Si el profesional establece que los neumáticos están cristalizados, la única solución es la sustitución por unos nuevos. En Kumho, como fabricante de neumáticos premium, disponemos de una extensa gama a tu disposición para que puedas elegir el producto más adecuado a tus necesidades, cualquiera que sea tu vehículo y tus necesidades de movilidad.

Recuerda que en nuestra red de talleres Kumho Platinum Club (KPC), podrás llevar a cabo todas las operaciones profesionales con rapidez y eficacia que te ayudarán a mantener tu vehículo en óptimas condiciones.

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