El neumático tiene una doble vida: una, desde el punto de vista del diseño del automóvil, en la que es quizá una de las partes menos atractivas: todos prácticamente iguales, redondos y negros… No obstante, como sabemos, es un elemento esencial para la seguridad porque es el único elemento del vehículo en contacto con el pavimento. Y tiene otra vida porque, tras miles de kilómetros rodando en todo tipo de condiciones climáticas, es posible reciclarlo y que siga teniendo utilidad.
Cada año se venden en España una buena cantidad de neumáticos. Se estiman más de 20 millones de unidades en el mercado de reposición de España. Y cada vez que sustituimos los neumáticos, los usuarios pagamos la llamada Ecotasa, creada a principios del año 2006, para financiar el tratamiento de los neumáticos fuera de uso. Desde entonces, el envío de neumáticos a vertederos se prohibió. Así que, una vez fuera de servicio, se hizo obligatoria la implantación de una estrategia basada en la reducción, reutilización, reciclado y valorización medioambiental.
El importe de esta Ecotasa depende del peso y de su categoría. Los sistemas colectivos de gestión de los neumáticos fuera de uso, Signus y TNU, son las entidades que fijan el canon. Por ejemplo, en el año 2024, la tarifa indicada por Signus, para una cubierta de turismo o de moto que pese entre 5 y 25 kilos es de 1,64 € por unidad. En el otro extremo están los neumáticos industriales de más de 3.500 kilos (categoría S14) que abonan 2.026 euros. Por supuesto, en todos los casos hay que sumarles el correspondiente IVA.
Con esta tasa de reciclado que pagamos por cada neumático se consigue que el negro de los neumáticos usados ponga color en nuestras ciudades. Lo hace en múltiples formas, quizás la más conocida son los llamativos pavimentos de seguridad en parques infantiles para que los más pequeños jueguen sin temor a caerse.
En cada neumático hay más de doscientas materias primas y varios compuestos de caucho diferentes. Estos varían, en cantidad y proporción, en función del uso y tipo del neumático. Así que separar y reciclar los diferentes materiales no resulta tan sencillo.
El uso de tan elevada cantidad de materiales se debe a que los neumáticos tienen que cumplir unos requerimientos técnicos muy exigentes. Y lo son en términos de seguridad, en eficiencia en el consumo de combustible, en durabilidad, etc. Y, además, han de mantener estas características inalteradas durante mucho tiempo y miles de kilómetros recorridos, incluso cuando la banda de rodadura ya ha comenzado a desgastarse.
¿Qué reciclamos del neumático?
Al cambiar los neumáticos (en un coche se recomienda hacerlo en los de cada eje a la vez), las unidades ya usadas acabarán en un centro autorizado para su transformación y reciclaje. Allí se someterán a sucesivos procesos: se trituran y, posteriormente, se muelen para reducir el tamaño del caucho. Después, llega el momento de separar la fibra textil (con aspiradores) y, con equipos de imantado, se extraen los filamentos de acero. Así que estos son los tres elementos principales del reciclaje de un neumático: caucho, elementos textiles y acero.
La principal materia prima, el caucho reciclado y sus ventajas
El caucho reciclado tiene muchas ventajas. En primer lugar, medioambientales: es un material procedente de residuos que se vuelven a utilizar, por lo que, en primera instancia, se evita que ese residuo contamine y se ahorra en la obtención de nuevas materias primas contribuyendo en la protección de bosques y luchando contra la deforestación incontrolada. En segundo lugar, ventajas técnicas por las propiedades que aporta el caucho de alta calidad obtenido del neumático usado, a los productos, como la absorción de impactos, vibraciones y ruido, así como una mayor resistencia a las diversas condiciones climáticas (sol, lluvia y nieve) sin que se alteren sus propiedades.
Gracias a estas características, los neumáticos reciclados vuelven a ser útiles en aplicaciones diversas
Cinco cosas hechas con neumáticos viejos
- Alcorques para arbolado urbano. El caucho reciclado en gránulos es drenante, permite el desarrollo del tronco del árbol y, además, resiste el lavado con agua a presión o barredoras mecánicas, lo que facilita la labor de mantenimiento de las calles.
- Mobiliario urbano. El que está construido con caucho reciclado permite diseños mucho más creativos por la facilidad de este material para darle forma. Además, es muy resistente a la intemperie.
- Pista de atletismo. Para construir una de tamaño reglamentario con caucho reciclado se emplean alrededor de 9.500 neumáticos fuera de uso.
- Pavimento urbano. Cada kilómetro de pavimento con asfalto en el que se ha incorporado polvo de caucho tiene alrededor de 1.800 neumáticos.
- Carril bici. Para realizar íntegramente con caucho un kilómetro de carril bici se emplea el material de 2.300 neumáticos usados.