Al acercarse cualquier periodo vacacional, comenzamos a escuchar términos habituales, pero que quizás no terminamos de comprender exactamente. Uno de ellos es el concepto de puntos negros de la carretera. Te contamos qué son y cómo identificarlos para evitar accidentes.
Puntos negros, alto riesgo
Según establece la Dirección General de Tráfico (DGT), los puntos negros son áreas de una carretera donde se han producido al menos tres accidentes con víctimas durante un año natural, con una separación máxima entre uno y otro de 100 metros; es decir, son zonas donde tienen lugar numerosos accidentes de tráfico, por lo que se consideran especialmente peligrosas.
Esta concentración de siniestros suele darse por diversos motivos: desde una mala visibilidad, un mal trazado de la carretera (curvas pronunciadas, por ejemplo), una deficiente iluminación o una señalización inadecuada hasta el mal estado del pavimento, con baches o desniveles. Es necesario, pues, extremar la precaución en estos puntos.
¿Punto negro o concentración de accidentes?
Existe un concepto similar que, a veces, puede llevar a confusión con punto negro. Nos referimos a lo que se denomina tramo de concentración de accidentes. La diferencia estriba en la extensión y el número de accidentes. Mientras un punto negro se refiere a un lugar concreto de la carretera en el que tiene lugar el mayor número de accidentes, un tramo de concentración de accidentes es una sección más amplia de la vía donde ocurren más siniestros que la media de tramos similares.
Establecida la fina diferencia, la DGT localiza estas zonas de las carreteras españolas basándose en los informes del Programa Europeo de Evaluación de Carreteras (EuroRAP) y en el Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP).
A partir de esos datos y tras estudiar el número de accidentes en un año, los vehículos implicados, el estado de la vía y la intensidad del tráfico de cada tramo concreto, la DGT considera la zona como punto negro si se han registrado tres accidentes o más al año que mencionábamos anteriormente.
Consejos para evitar los accidentes
Visto lo que son, llega el momento de enfrentarnos a ellos y superarlos sin problemas. Y para ello hay dos palabras clave, básicas al volante: prevención y precaución. Circular de forma adecuada al atravesar estos puntos negros es fundamental para mantener la seguridad en la vía. No está de más recordar algunos consejos que nos ayudarán a evitar percances en estas zonas.
Localizar
Antes de comenzar la ruta, conviene averiguar si existe alguno de estos puntos en el viaje. La DGT ofrece información actualizada periódicamente sobre el estado de las carreteras.
Cumplir
No por obvio y obligatorio, debemos dejar de recordar la imperiosa necesidad de cumplir en todo momento las normas de tráfico.
Descansar
Debemos comenzar el viaje frescos y descansados. Ya en ruta, cada dos horas deberemos hacer una parada para mantener el buen estado físico. De esta manera, llegaremos a los puntos negros en las mejores condiciones.
Concentración
En lo posible, hay que evitar cualquier distracción al volante, especialmente al atravesar uno de estos puntos negros, dada su imprevisibilidad, manteniendo la atención en la carretera y las condiciones del tráfico.
Respetar
Uno de los aspectos que menos se tienen en cuenta al conducir, pero que más ayudarían a evitar accidentes o reducir su gravedad, es la distancia de seguridad. Respetarla siempre con el vehículo precedente reduce enormemente la probabilidad de colisiones, más aún en los puntos negros.
Reducir
En paralelo con el consejo anterior, reducir la velocidad al acercarnos a uno de estos puntos negros incrementa exponencialmente la seguridad vial y acentúa nuestra atención a la carretera, dándonos más tiempo para reaccionar ante cualquier imprevisto y detener el vehículo con seguridad, si es necesario.
Rehusar
Al llegar a un punto negro o sus inmediaciones, rehúsa iniciar ningún tipo de maniobra de adelantamiento por segura que pueda parecer la ocasión. Recordemos que son zonas que se caracterizan por su peligrosidad. Esto sirve igualmente para los tramos de concentración de accidentes.
Mantener
Un vehículo en condiciones óptimas es fundamental en la circulación y más para enfrentarnos a situaciones de emergencia, como son los puntos negros. Debemos realizar un mantenimiento frecuente de nuestro automóvil y comprobar especialmente el estado de frenos y neumáticos.
Como único componente en contacto con la carretera, el neumático es un elemento vital de seguridad vial. Sus prestaciones de frenado, por ejemplo, pueden marcar la diferencia en situaciones complejas. Comprueba en la gama de Kumho aquellos que ofrecen una menor distancia de frenado.
Recuerda, además, que puedes realizar el mantenimiento integral de tu vehículo en cualquiera de los talleres que forman parte de la red Kumho Platinum Club (KPC), donde nuestros profesionales te ayudarán a mantener tu vehículo en las mejores condiciones.